A partir de estudios previos sobre la vegetación y fauna existente y potencial, se llevará a cabo el diseño detallado de las zonas y las especies que se plantarán. Se crearán materiales explicativos para apoyar a los participantes de las sesiones de actuación en el territorio, para finalmente llevar a cabo las acciones concretas. Se plantean actividades matutinas donde participen, de forma conjunta, voluntarios y voluntarias con y sin discapacidad. En estas sesiones, se dedicará una primera parte a que un educador ambiental experto explique el espacio natural y los objetivos de la actuación que se realizará ese día, así como del conjunto de las intervenciones. A continuación, en pequeños equipos mixtos formados por los voluntarios y voluntarias, se realizarán las actuaciones sobre el terreno. Estas incluirán la plantación de matas, arbustos y árboles que aporten diversidad, refugio y alimento para la fauna, además de la instalación de cajas nido para diferentes especies de aves y murciélagos, y cajas refugio para otros animales, como pequeños mamíferos.

Este proyecto de actuación parte de una obra pionera para mejorar la calidad del agua de escorrentía que desemboca en el río. Mediante la inclusión, busca contribuir a que el espacio alcance su máximo potencial ecológico más rápidamente. Además, tiene una clara vocación de futuro. Una vez finalizado el proyecto de actuaciones, el espacio renaturalizado quedará consolidado y podrá ser evaluado y replicado en otros lugares para su implementación.

Esta zona tendrá un gran valor para desarrollar actividades de educación ambiental dirigidas a grupos escolares, familias o adultos. Asimismo, el lugar cumple con las condiciones necesarias para ofrecer un itinerario inclusivo.